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Dos vecinos, en la calle que marca la frontera provincial. N. J.
Los pueblos de Loja, a un metro de 'saltar' de municipio

Los pueblos de Loja, a un metro de 'saltar' de municipio

Mientras que en Ventorros de Balerma tienen que cambiar de municipio y provincia para ir al colegio o la iglesia, en La Fábrica tienen que pasar a Huétor Tájar para comprar o recorrer 13 kilómetros hasta Loja

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Viernes, 30 de octubre 2020

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En Loja, con su amplísimo término municipal de casi 450 kilómetros cuadrados y 17 pedanías y diseminados, las posibilidades de 'saltarse' el cierre perimetral del municipio son casi inevitables en varios puntos del territorio. Así ocurre en Ventorros de Balerma, una pedanía que tiene la peculiaridad de estar dividida por la calle Límite no sólo entre Loja e Iznájar, dos municipios distintos, sino también entre dos provincias diferentes. «No hemos tenido problemas antes; no creo que vayamos a tenerlos ahora», asegura Julián Ruiz, el alcalde pedáneo de la parte del pueblo lojeña y granadina.

Y es que ya se tomaron con humor el confinamiento de la primavera, porque, ahora como entonces, para ellos es inevitable 'infringir' la norma con pasar una calle. La situación es similar. «Aquí no ha habido ningún caso de COVID ni ahora ni antes», dice Raúl Martínez, representante pedáneo de la parte cordobesa.

Con un simple metro, los vecinos de uno u otro lado se 'saltan' el cierre perimetral vigente desde las últimas horas y dictado por el gobierno de la Junta de Andalucía. También es verdad que los motivos para cambiar de municipio son bastante justificables en el caso de este núcleo rural, de algo más de 370 habitantes. Para la compra de alimentos no tiene por qué haber problemas porque hay supermercados en ambos lados. Sin embargo, la única panadería, la farmacia y el consultorio médico están en la parte de Loja, mientras que el colegio y la iglesia están en el municipio de Iznájar, ya en la provincia de Córdoba. Dicho de otro modo: los lojeños tienen que 'saltar' de municipio para ir a clase o a misa y los iznajeños tienen que 'incumplir' la norma para ir al médico o comprar medicinas. Tanto unos como otros están a 16 kilómetros del casco urbano más cercano y, como ellos mismos han dicho en más de una ocasión, «todos son ventorreños al fin y al cabo».

La Fábrica, más cerca de Huétor

Pero el caso de Ventorros de La Laguna no es el único donde surgen problemas para no poder evitar incumplir lo dictado. Hay varias pedanías que, por cercanía a otros municipios o provincias, realizan más actividades en ellos que dentro del municipio al que pertenecen. Ocurre en Cuesta de la Palma, 'pegado' a Salinas (Málaga) o Fuente Camacho, situado a 23 kilómetros de la ciudad de Loja y bastante más cerca de Salinas o Villanueva del Trabuco, municipios malagueños ambos.

Más complicada es aún la situación en La Fábrica, a 2 kilómetros de Huétor Tájar y cinco veces más lejos de Loja. Sus vecinos, que por cercanía hacen gran parte de su vida en el municipio hueteño, ya 'negocian' con las autoridades la 'excepción' que permita desplazarse de un pueblo a otro. Como confirman muchos de estos lojeños, suelen comprar, ir al banco, a correos o a la iglesia en Huétor, así que para ellos lo de no atravesar el 'perímetro' es ahora mismo un problema. Sólo esperan que la Policía Local y la Guardia Civil de ambos municipios permitan a los fabriqueños desplazarse puntualmente para seguir con su vida cotidiana.

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