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Voluntarios bajan la imagen del santo de cara a las próximas celebraciones. Alfredo Aguilar

La oración al Cristo del Paño: la fe que no para la pandemia

Aunque Moclín no podrá celebrar su romería, el santuario ofrece un mes de actos religiosos seguros para acoger a los seguidores de la imagen

noelia jiménez

Viernes, 25 de septiembre 2020, 01:56

El 'Señor' de Moclín ha sido testigo de guerras y de muchas epidemias a lo largo de sus cuatro siglos de historia, sobre todo desde que en 1695 el Arzobispado aprobase la creación de la 'Santa Hermandad del Santo Cristo del Paño'. Y la pandemia de la Covid se añade este año a esa lista de momentos históricos y complicados, en los que la fe tiene un papel importante para las personas creyentes. Como en todos los eventos multitudinarios, las entre 10.000 y 15.000 'almas' que cada 5 de octubre acuden a su cita con la conocida romería de este pueblo no podrán vivir este 2020 su encuentro con el venerado lienzo, al que muchos atribuyen propiedades sanadoras.

Con tristeza pero comprensión viven vecinos y devotos la suspensión de la Romería del Cristo de Moclín, de una repercusión social, cultural y económica innegable para este hermoso pueblo de apenas 300 habitantes situado en el Poniente Granadino. Pero, aunque este año no podrá vivirse la romería, que precisamente fue declarada hace pocos meses Fiesta de Interés Turístico, tanto desde la Parroquia de la Iglesia de la Encarnación –con sus voluntarios y la Asociación de Amigos del Cristo– como desde el Ayuntamiento están preparando todo para que miles de personas puedan pasar por el pueblo «de forma ordenada y segura a lo largo de todo el mes, asistiendo previa cita a las misas y actos religiosos que se están organizando», explica Francisco Fernández, párroco de Moclín desde hace once años. «Tenemos que responder a toda esa gente que quiere y no puede. Nos genera impotencia pero no podemos evitar estas circunstancias excepcionales», reconoce el religioso, que incluso ha comenzado a emitir por las redes sociales misas, como la rogatoria por la pandemia que se celebró el pasado agosto.

Desde que se conoció que la romería quedaba suspendida, la parroquia, con la colaboración de voluntarios y de la asociación, está intentando que este sea, como siempre, el mes del 'señor de Moclín'. Para atender esa necesidad de ver al Cristo y encontrarse con esta imagen que tanta devoción genera, se han establecido tres misas –a las 10, 11 y 12.30– todos los domingos del mes de octubre. «Y desde el día 6 al 31 habrá misa todos los días a las seis de la tarde, para que los feligreses puedan verlo en las andas, con sus adornos; como luce en la romería», indica Francisco, que recuerda que los visitantes y devotos podrán asistir a las misas reservando previamente. «Queremos evitar que se formen aglomeraciones; que todo el mundo pueda venir pero de una manera ordenada», reitera, teniendo en cuenta que la iglesia tiene un aforo reducido a 120 personas por la Covid.

Más ofrendas que nunca

Todos los moclineños reconocen que, aunque la decisión es dolorosa, la gente la acepta y comprende. «Cuando las cosas no se controlan humanamente se recurre con más ímpetu a la fe. Nunca he recogido tantas ofrendas y flores como en esta pandemia», detalla el párroco. Maribel Santiago solo lleva un año siendo costalera pero lleva viviendo toda la vida la romería. «Lo llevas a hombros; sabes lo que vas portando, ves a la gente llorando a su paso…. Es algo inexplicable», describe esta vecina de Olivares, que comenzó a llevar al Cristo a partir del fallecimiento de su madre, muy devota.

Como se va acercando el día, el Ayuntamiento –junto al dispositivo de más de 200 personas que cada año vela por la normalidad en la romería– también supervisa que se cumpla con los protocolos de la Covid en torno al santuario y por el pueblo, que haya normalidad en los accesos y se mantengan las distancias en las cercanías de la iglesia. «El Cristo del Paño sigue ahí y el pueblo recibe con los brazos abiertos todo el año a sus creyentes y visitantes», comenta el alcalde de los Pueblos de Moclín, Marco Pérez. «Por el bien de todos, lo mejor es que cada uno viva la romería en su mente este 5 de octubre», asegura el regidor, apesadumbrado por las circunstancias.

Devotos en toda España

La devoción que despierta desde hace cuatro siglos el Cristo del Paño –llamado así por el primer milagro que se le atribuyó, al 'curar' las cataratas de un sacristán– está fuera de toda duda. Y hay personas por todo el país que creen en sus cualidades milagrosas. Lo demuestra José Manuel Rayo, vecino de Madrid que lleva más de 30 años yendo ininterrumpidamente a la romería. «Mi devoción me viene de mi abuela, que iba en burro cada año desde Campillo de Arenas (Jaén). Muchas vivencias me han demostrado su generosidad; la última ha sido la curación de mi cuñado de un complicado cáncer de pulmón», comenta este devoto del Cristo, al que lleva a hombros cada año con una fe inquebrantable. «Habrá quien crea y quien no. El Cristo del Paño es de todo aquel que quiera que lo sea», asegura.

También 30 años lleva ligado al Cristo el capataz del trono, Valentín Prieto. «A todo aquel que es creyente vamos a facilitarle que esté cerca de él. Desde este domingo y hasta finales de octubre tendremos muchos visitantes, peregrinos, devotos... y por eso va a haber voluntariado para mantener el orden y ayudar, siempre conscientes de la situación actual», comenta este moclineño, esperanzado en que el año que viene se pueda retomar la romería. «Por fe, por costumbre... todos los que siguen a nuestro señor tienen cabida, aunque este año no el día 5», repite el párroco, seguro de que los devotos del Cristo de Moclín lo van a poder acompañar de una manera distinta, «pero en cierto modo más cercana». Aunque sea con distancia y mascarilla.

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