Martes, 19 de noviembre 2019, 16:17
Mustafá tiene ocho años. Y en sus ochos años de vida nunca ha visto plenamente. Hasta hace poco tenía una ceguera parcial que apenas le permitía ver nada y que, de hecho, significaba ser una persona con discapacidad en los campos de refugiados saharauis, de donde viene y donde le espera, ansiosa, su familia. Mustafá llegó a Granada, y en concreto a Loja, dentro del programa de 'Vacaciones en Paz', que organizan desde hace 30 años la asociación 'Amigos del Sáhara' y la Diputación Provincial. Y lo hizo a la residencia de Atención a la Diversidad Funcional 'Sierra de Loja' que, además de a Mustafá, abría sus puertas a Brahim y Mohamed, dos niños con otras discapacidades.
Publicidad
Pero Mustafá llegó en un principio con un diagnóstico de ceguera parcial -de aproximadamente unas 20 dioptrías-. Y, con esa discapacidad, encontró entre los profesionales y usuarios de la residencia lojeña una segunda casa y, en las últimas semanas, además, una cura para su problema. «En cuanto comenzaron las revisiones, los oftalmólogos comprobaron que se trataba de una simple catarata y de estrabismo, así que pusieron a Mustafá en lista de espera y el 16 de octubre nuestro pequeño fue operado en el clínico de Granada», cuenta Soraya Massanet, responsable del departamento de Enfermería de la residencia.
Desde que llegó el 1 de julio a Loja, mucho ha cambiado la vida de este pequeño, «que no tenía en Tinduf las mismas oportunidades que aquí de ser diagnosticado y tratado», precisa Gracia Fernández, presidenta de 'Amigos del Sáhara'. Tras una segunda intervención el 29 de octubre, por un pequeño movimiento en la lente que se le colocó en los ojos, Mustafá se recupera feliz en la residencia y cada día ve más y mejor. «Antes se tapaba con la mano el ojo izquierdo porque se ve que le molestaba la claridad muchísimo. Pero ahora está pendiente de todo y ha visto por primera vez cosas como un pájaro o un helicóptero», dice Soraya.
Según Inmaculada Gascón, la cirujana que le ha operado en el clínico granadino, «lo que Mustafá tenía eran unas cataratas congénitas, que limitaban su visión hasta el punto de que era incapaz de ver figuras. De momento ya tiene un 80% de visión en el ojo derecho y un 30% en el izquierdo, el más afectado. «Pero una vez cicatricen las heridas y se complete la recuperación visual, esperamos que Mustafá pueda ir viendo cada vez más. Llevará unas gafas bifocales», comenta la cirujana, que asegura que en el sistema público de Salud un problema de este tipo es diagnosticado en las primeras semanas de vida de los bebés. Salvo casos excepcionales, pequeños con casos similares al de Mustafá son operados antes de los tres meses de edad. «El caso de Mustafá es importante, porque le ha cambiado la vida», destaca Gascón.
De no ser por su paso por 'Vacaciones en paz' y la labor de acogida de personas con discapacidad que hace 'Sierra de Loja', la vida de Mustafá habría sido, casi seguro, bien distinta. Atendido en centros como los que hay en los campamentos, las posibilidades de mejora y aprendizaje de este pequeño saharaui hubieran sido mínimas, completamente diferentes. «Pero desde que está aquí está aprendiendo muchísimo. Es una esponja y ya sabe hablar español muy bien», comentan las directoras de la residencia, Gema Mercado y Luzdi Rodríguez.
Publicidad
Tanto Gracia Fernández, de la asociación, como la diputada de Bienestar Social, Olvido de la Rosa, y la concejala de Servicios Sociales, Matilde Ortiz, tienen claro que hay mucho que agradecer a un centro que, por ahora, es el único que se ha sumado a 'Vacaciones en paz' para dar oportunidades a niños con discapacidad.
«Es tan bonito que un niño que podía haber vivido marginado vaya a poder leer, estudiar, hacer lo que quiera... Por eso, animo a la gente a que colabore con acogidas como ésta», comenta Gracia. «Con el programa se atienden los déficits sanitarios que tienen muchos de estos niños. Y de hecho, ha habido operaciones de hernias y hasta de corazón en estas décadas», recuerda la diputada provincial.
Publicidad
Cuando Mustafá se recupere por completo regresará con su familia, con la que a veces habla por videollamada. En su casa no se lo creen. «Él está aquí muy bien, como en su hogar. El problema va a ser cuando se vaya. Será muy difícil para todos», reconoce Gema. Pero Mustafá regresará a su refugio con un horizonte diferente por delante. Y pensando en las próximas 'vacaciones en paz' que verán sus ojos.
La última hora de granada
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.