Así 'se aprietan el cinturón' las fiestas de la comarca

Así 'se aprietan el cinturón' las fiestas de la comarca
  • En Salar, como las fiestas de antañoEl pueblo de Salar vive a finales de julio sus Fiestas de Santa Ana, los días más importantes del año para los salareños. Su feria es como las de los pueblos de antaño: poco presupuesto y mucha actividad para congregar a vecinos. "El presupuesto con el que contamos es mínimo y bastante limitado. En situaciones así la imaginación es lo que prima, planteando actividades que no conlleven gasto alguno. Y eso es muy difícil. Pero, por otro lado, pensamos que para divertirse no es necesario gastar tanto dinero; lo importante es que la gente participe", asegura la alcaldesa, Mª del Mar Corpas. Las tradicionales verbenas de la noche y, durante el día, actividades deportivas y propuestas en la piscina son lo que hacen de las salareñas unas fiestas a la vieja usanza.

Las fiestas en Huétor Tájar, del 10 al 14 de septiembre en honor al patrón Jesús Nazareno, son  las últimas de la comarca. Según explica el concejal de Cultura y Fiestas, Miguel Ángel Sanjuán, "el Ayuntamiento ha sido comedido con los presupuestos de la feria desde antes de la crisis, por lo que no se ha visto obligado a hacer grandes recortes. Como mucho, los pasacalles infantiles no se contratan sino que se hacen a través del Aula Municipal de Teatro", dice. Así que en Huétor Tájar, se puede decir que todo sigue igual.

En el pequeño pueblo de Algarinejo, las fiestas también son un momento importante. Pero, como en casi todos los pueblos de la comarca, se hace un esfuerzo por abaratar todo lo posible los costes para organizarlas. El alcalde, Jorge Sánchez, asegura que "para reducir gastos la clave está en contratar grupos musicales más económicos, realizar actividades lúdicas más baratas que antes y recurrir a propuestas subvencionadas por la Diputación". Según el primer edil, la otra base es la implicación y colaboración de todos. "La colaboración de la Comisión de Fiestas y de los propios concejales en la organización y el desarrollo de actividades, sin coste alguno, hace que también se puedan hacer muchas cosas sin tirar de presupuesto", dice Sánchez.

En Villanueva Mesía: concejales y camarerosLas Fiestas de Villanueva Mesía, en honor a Santiago Apóstol, son cuatro días de plena actividad. A la hora de organizar las cosas se piensa en todos los vecinos y visitantes. Para los más pequeños, se organizan cucañas, la fiesta de la espuma, la fiesta acuática... Y para los no tan jóvenes está la cena-homenaje a los mayores y la verbena que, cada noche, ofrece servicio gratuito de guardería para que los padres y madres puedan disfrutar del baile teniendo a sus hijos en buenas manos. "La verdad es que este Ayuntamiento nunca se ha caracterizado por tener un elevado presupuesto para festejos, pero aun así hemos intentado adaptarnos a la situación actual y ser coherentes. Contamos con una Concejalía de Fiestas y unos concejales que se implican al máximo. Hacemos de cocineros, de camareros y participamos en todo, con lo que el coste se reduce considerablemente", explica el alcalde, José Antonio Durán.

El papel de las asociaciones en MoraledaOrganizar unas fiestas en un pueblo de poco más de 3.00 habitantes es complicado con la actual situación económica. "Antes, cuando contábamos con más presupuesto de fiestas, contratábamos muchas actividades a empresas lúdicas. Actualmente estas actividades las realizan nuestra asociación juvenil 'To's pal saco' gratuitamente. También ahorramos mucho en las orquestas. Antes se contrataban dos por noche y actualmente solo una", indica la alcaldesa, Carolina Fraguas. Estas fiestas, en los primeros días de agosto, también ahorran en alumbrado. Desde que empezó la crisis, el Ayuntamiento recurrió a fabricar sus propias luces para evitar alquileres; las mismas se usan en Navidad y en las fiestas patronales.

En Zagra la fiesta está en el Patio del ColegioEn Zagra, las fiestas han vivido cambios en los últimos años. Como cuenta su alcalde, Amancio Pérez, "antes teníamos un presupuesto de unos 34.000 euros y ahora estamos en torno a los 26.000 euros". Los cambios más evidentes están en el propio ferial, que se ha traslado desde la avenida principal del pueblo hasta el patio de colegio. Además, antes el Ayuntamiento alquilaba la carpa de la caseta y ahora es la empresa que gestiona la barra la que se encarga de contratar esta y otras cosas. "El Ayuntamiento ya no paga por estos servicios", subraya Pérez.