El Ayuntamiento afronta la última fase del Teatro tras muchas dificultades

El Ayuntamiento afronta la última fase del Teatro tras muchas dificultades
  • Después de no pocos problemas con la empresa Cyes -la adjudicataria anterior-, de la ampliación de plazos pertinente y de serias dificultades para encontrar una empresa dispuesta a concluir la obra, el Ayuntamiento de Loja ha logrado adjudicar la última fase de la obra del Teatro Imperial. De hecho, más que adjudicación hay que hablar de una cesión de contrato de una empresa a otra, ya que el tiempo corre y con una licitación la obra no se habría terminado en el plazo establecido, según el Ayuntamiento.

La obra del Imperial está siendo, de hecho, uno de los proyectos que más complicaciones está generando al municipio. Este mes de junio cumplía el tiempo máximo para no perder la subvención del proyecto, que asciende a 3,3 millones procedentes de fondos FEDER de la Unión Europea. Pero una adenda al convenio ha logrado, casi en el último momento, ampliar un año el margen para la conclusión de la obra, que comenzó en 2010 y que debería haber estado terminado en 2012.

La empresa murciana Azuche 88 es, a partir de ahora, la encargada de finalizar la rehabilitación del teatro lojeño. Según el concejal de Urbanismo, Antonio Manuel Cobos, "no ha sido fácil encontrar una empresa que quisiera hacerse cargo de la obra debido a la situación deplorable en la que la había dejado la anterior constructora. La obra estaba al filo de ser rentable, así que muchas empresas lo han rechazado", asegura el edil. Si todo va según lo previsto, el edificio estaría listo para ser usado como espacio escénico en 2015.

Ahora quedan por invertir en la obra alrededor de 1,2 millones de euros, que se destinarán a instalar todo el equipamiento escénico (telones, iluminación, proyectores, altavoces, sonido...), a ubicar las 250 butacas con las que contará y a terminar cosas que quedaron a medias, como el recubrimiento de las paredes, el suelo de mármol, la reurbanización de la entrada y el resto de instalaciones eléctricas y de agua. La dificultad de la obra del Imperial, y uno de los motivos esgrimidos por la anterior empresa constructora para no continuar con su contrato, es el sobrecoste que ha tenido respecto a las previsiones iniciales por la singularidad de su restauración, que integra los restos nazaríes hallados en su subsuelo.