Loja protegerá sus roscos con una marca propia

Hablar de Loja y no hacerlo de sus roscos es casi inevitable. Los primeros registros escritos del producto repostero más famoso de Loja datan de 1836, aunque se trata de un postre de herencia árabe cuya receta se ha transmitido con el paso de los años. Por eso el Ayuntamiento de Loja, la Asociación Lojeña de Comercio e Industria (ALCI) y los obradores locales llevan dos años trabajando en reforzar, proteger y difundir de forma clara este dulce típico, el rosco de Loja, relleno de merengue y con esa capa blanca característica hecha de una pasta de yemas de huevo y jarabe.

Para proteger los afamados ‘Roscos de Loja’ el municipio ha puesto en marcha una figura de protección. Ha sido concretamente en el pleno municipal, que ha aprobado por unanimidad la patente de su marca, que conseguirá, entre otras cosas, que el producto quizá más conocido de la ciudad sólo pueda ser elaborado en la localidad, por los obradores tradicionales que llevan elaborándolo hasta hoy. Consistorio, ALCI y reposteros se han puesto de acuerdo para elaborar el reglamento que regirá el uso de la marca, con la que se protegerá la figura y el nombre del dulce blanco.

Tal y como explicó la concejala de Turismo y Desarrollo, Paloma Gallego, la marca colectiva evitará que el producto sea elaborado por obradores de fuera de Loja. “El objetivo es que sigamos manteniendo la exclusividad del Rosco de Loja”, indicó Gallego, que también se refirió a cuestiones como la realización de campañas promocionales del producto entre todos los obradores o la consecución de fondos conjuntos para el perfeccionamiento de la marca. El coste del registro de esta marca es asumido por el Ayuntamiento de Loja, según se explicó en la sesión plenaria que dio luz verde a esta figura de protección.

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