Un grupo de 'tambores' de la Semana Santa Lojeña brinda cada noche su toque a los sanitarios

Cuando quedan aún casi 10 minutos para que sean las 8 de la noche, los primeros sonidos de las baquetas ya comienzan a oírse en la calle Mejías del barrio Alto de Loja. En esta pequeña calle y en todas las numerosas y pequeñas ramificaciones que componen el barrio 'teoletero'. Con este sonido, los lojeños de la zona se preparan para aplaudir y escuchar el toque de los 'tambores negros' de la Semana Santa Lojeña, que interpretan en este caso tres vecinos. Son Diego, Carlos y Pepe, éste último el más veterano aunque retirado desde hace años de este conocido grupo de tambores cofrades.

Todos ellos conocen bien lo que es acompañar al Cristo de los Favores -el 'Silencio' de la madrugada del Jueves Santo- desde la cercana Iglesia de Santa Catalina. Este año será imposible por culpa de la pandemia del coronavirus, que ha obligado a suspender todas las salidas procesionales de la Semana Santa de Loja y toda España. Pero ellos quieren que su toque, solemne y rotundo, serio y comprometido, también agradezca con esta percusión tan característica la labor de los muchos sanitarios y profesionales de diversos sectores que siguen trabajando para que la vida siga y al final, entre todos, paremos el virus.

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