La residencia de mayores de Loja duplica plazas tras años de contratiempos

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Inauguración de la ampliación de la Residencia de Mayores.

/ FOTOS: JORGE MARTÍNEZ

  • El centro de la fundación Nuestra Señora de la Misericordia, que preside históricamente el alcalde de la ciudad, podrá acoger 55 residentes más

La residencia Nuestra Señora de la Misericordia de Loja ya ha estrenado su esperada ampliación, un proyecto que se remonta a más de siete años atrás y que, por diversas dificultades económicas, técnicas y burocráticas no ha sido posible inaugurar hasta ahora. El centro, de una fundación ligada históricamente al Ayuntamiento, duplica con ello sus plazas, que esperan aliviar la complicada situación económica de esta institución. Pasa así la residencia del barrio de San Francisco a ofrecer 55 plazas más, prácticamente el doble que hasta ahora.

Por eso, la inauguración reunió no sólo a casi toda la corporación municipal sino a la mayoría de los trabajadores y a numerosos vecinos de la zona, que quisieron visitar las nuevas instalaciones. Entre todos ellos, quizá el mayor entusiasmo lo demostró Isabel López, de 93 años, que recibió de manos del alcalde y presidente de la fundación residencial, Joaquín Camacho, la llave de su habitación, la 101. Según la directora de la residencia, Susana Luque, “el centro seguirá trabajando por el bienestar de los mayores con el objetivo de que cualquier persona que entra a formar parte se sienta como en casa”, recalcó la gerente, que destacó el apoyo recibido especialmente de parte de los trabajadores, “tras muchos años y no pocos obstáculos”. Y es que hay que recordar que los empleados de este centro se han manifestado en más de una ocasión para reclamar el pago de sus nóminas, de las que se han llegado a adeudar varios meses.

Coincidiendo con el día Internacional del Alzheimer y tras unas jornadas temáticas sobre esta enfermedad, Camacho y la concejala de Bienestar, Matilde Ortiz, descubrían la placa que daba por inaugurada la ampliación de la residencia, ahora con 111 plazas disponibles. Camacho agradeció la colaboración de los trabajadores y empresas proveedoras, por su “comprensión con la situación de dificultad que tiene esta fundación, que tantas veces ha sentido ese valor de la misericordia”, subrayó el primer edil, rodeado del equipo de profesionales del centro y los concejales de todos los grupos políticos. “Este es un día histórico para una fundación centenaria, que pese a los contratiempos, ha dado siempre una atención de calidad a los mayores”.

2 millones de deuda

Con la ampliación, la residencia y su fundación esperan optimizar su viabilidad económica. La idea del consistorio lojeño, que aunque no es el gestor directo de la residencia sí está ligado históricamente al patronato que lo gestiona, es que las nuevas plazas se cubran con cuotas privadas -no como las antiguas, que son concertadas con la Junta-. De hecho, según ha explicado en alguna ocasión el propio presidente de la fundación, con esta ampliación se espera dar una solución a medio y largo plazo para este centro, que acumula una deuda de más de 2 millones de euros de etapas administrativas anteriores. Tal y como se ha explicado en las últimas fechas, hay un estudio de viabilidad hecho según el cual la suma de 55 plazas a las 56 existentes permitiría dar una salida sostenible en el tiempo a la residencia, “cuyo crecimiento en residentes sólo representará un incremento de la plantilla de entre el 10 y el 15%”, ha llegado a indicar Camacho en declaraciones pasadas a los medios.

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