Alicia Cobos: «La asignatura pendiente de Loja es la zona del Genil: cosería la ciudad»

Alicia Cobos: «La asignatura pendiente de Loja es la zona del Genil: cosería la ciudad»
  • entrevista

  • Hablamos con la joven arquitecta lojeña que ha logrado la mejor calificación de Granada en el proyecto fin de carrera con su trabajo para mejorar el entorno del mercado

Alicia Cobos es una joven lojeña que tiene el mérito de haber conseguido la mejor calificación en el proyecto fin de carrera de la última promoción de Arquitectura de la Universidad de Granada. Ha estado dos años dando forma a un nuevo concepto urbanístico para la plaza del mercado de Loja y los edificios históricos cercanos, una zona que la facultad eligió para los proyectos de sus estudiantes. El lugar se propuso hace tres años y sobre él han trabajado en diversos cursos más de 150 alumnos. Que ¿por qué esta plaza? Por estar «colmatada por un edificio de los años ochenta de baja calidad y un mercado obsoleto», destaca Alicia, ya arquitecta.

–¿Qué se siente cuando se sacan los mejores resultados en el proyecto final de una carrera tan dura?

–Se siente una felicidad inmensa difícil de explicar. Es un orgullo poder exponer públicamente un proyecto que ha sido mi vida durante dos años y poder escuchar, después de tanto esfuerzo, las felicitaciones de los profesores del tribunal.

–¿Qué ha sido lo más duro?

–Mantener un ritmo de trabajo tan intenso durante un tiempo tan prolongado, aceptando las críticas de cada profesor en las correcciones y mejorando cada esquina del proyecto hasta conseguir el resultado óptimo. No perder la ilusión en ningún momento, ser constante y, sobre todo, disfrutar de las satisfacciones de un proceso casi autodidacta –donde se nos exige incluso la realización del cálculo de la estructura y las instalaciones– han sido fundamentales. Al final todo esfuerzo tiene su recompensa.

–Háblenos de su proyecto para revitalizar el entorno del mercado.

–El proyecto crea una nueva concepción de la plaza Joaquín Costa: aprovechando el desnivel existente desde el Pósito hasta la calle Sin Casas se generan dos plazas. La inferior, situada en la cota de la calle Sin Casas y el callejón de Los Naranjos, se abre a ambas vías, recogiendo el flujo de la ciudad nueva y los equipamientos al otro lado del río con un jardín urbano y un mercado completamente abierto a él. La plaza superior recoge la circulación del casco histórico, uniendo pasado y presente desde el respeto, con la creación de una biblioteca concebida como un volumen de luz en el solar de la calle Caridad, donde hay restos de la muralla. Abajo, una plaza abierta al futuro, con un mercado polivalente; arriba la plaza de la historia, con una biblioteca que garantiza el acceso a la cultura, tan necesario para revitalizar el centro.

Alicia Cobos: «La asignatura pendiente de Loja es la zona del Genil: cosería la ciudad»

–¿Es una ventaja o una desventaja proyectar algo para un lugar que conoce desde siempre?

–Para mí ha sido una ventaja, ya que he podido hacer una aproximación al lugar muy personal y un estudio urbano muy detallado y veraz. Sin embargo, a la hora de proyectar, he tenido que abrir mucho más la mente para crear una nueva configuración, totalmente liberada y abierta, de un espacio que siempre hemos visto colmatado por el volumen del actual mercado.

–¿En qué otros sitios de Loja cree que urge intervenir?

–Sin duda, la asignatura pendiente de Loja es el espacio del río. La puesta en valor de este entorno cosería la ciudad; el Genil no sería el río que divide la ciudad sino el que la une. Es nuestro futuro.

–¿Tiene ya planes a corto plazo?

–En principio quiero probar suerte en el complicado mercado laboral que hay. No pierdo la esperanza de encontrar trabajo en España, pero tampoco me importa irme al extranjero. El año pasado estuve trabajando en Viena y es una experiencia enriquecedora.

–¿Cuál es su ilusión ahora?

–No tengo grandes pretensiones, pero desde luego mi ilusión es llegar a hacer una arquitectura que pueda mejorar la vida de las personas, solucionar problemas urbanos y sociales con pequeñas intervenciones cargadas de significado.

–¿Qué proyecto le gustaría liderar?

–Me gustaría colaborar en algún proyecto de cooperación internacional en territorios desfavorecidos.

–¿Qué asignaturas pendientes cree que tiene la profesión?

–La imagen del sector ha quedado muy dañada tras el ‘boom’ inmobiliario. Precisamente porque eso no era arquitectura, era sólo especulación. Ahora tenemos un gran reto por delante: hay que demostrar que la arquitectura está para servir a las personas desde la sostenibilidad, el reciclaje y la rehabilitación de inmuebles, la revitalización de cascos históricos y puesta en valor de parajes naturales. Con equipos multidisciplinares, podemos conseguir mejores ciudades hechas a la medida del hombre.

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