Según explicó el alcalde, "el contrato negociado del servicio concluía y, tras volver a sacar la adjudicación, la empresa de los afectados no se presentó, con lo que no podían volver a acceder a su puesto de trabajo", indicó Joaquín Camacho que se disculpó por "las formas en las que se comunicó el tema a los trabajadores".
Estos cinco trabajadores, que llevan entre seis y doce años trabajando en el Pabellón Municipal de Deportes, han dirigido no obstante su problema a los tribunales. "El servicio se sigue prestando porque nuestros puestos los ocupan ahora gente de la bolsa de trabajo, así que entendemos que había otra solución distinta a perder nuestros empleos", argumentan.Con el proceso judicial abierto, el Ayuntamiento justifica su decisión de prescindir de estos trabajadores porque, dicen, "legalmente es imposible que el Ayuntamiento los incluya en plantilla".