Pero no todo es oro lo que reluce, dice el dicho, y no todo fueron buenas noticias dentro de la alegría de los premiados. Concretamente, uno de ellos que desconocía que su número había ‘tocado’ supuso que solo tenía el reintegro y acudió a la cafetería donde habitualmente desayuna para pedir al camarero que le cambiará el décimo por otro. Este incluso le comentó, según su versión, que a pesar de tener el número inicial y el final, dos ‘seises’, solo le correspondía el reintegro. El camarero guardó en una caja de madera el décimo junto con otros sin percatarse, según él, de que era uno de los premiados. De tal manera que a lo largo de la mañana los entregó a un ‘lotero’ que habitualmente va a la cafetería para que los registrará.
El problema surgió cuando la persona afortunada recibió la llamada de su hermano a las 16.00 h. informándole de que los decimos que habían comprado el día anterior tenían premio. Ambos acudieron al bar para pedirle al camarero que le devolviera el décimo, a lo que este les respondió que ya no lo tenía porque se lo había devuelto al ‘lotero’. La situación provocó una disputa a la puerta del establecimiento, tras la que los dos hermanos decidieron presentar una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil a las 20.44 horas.
Todo se arregló al día siguiente, cuando el camarero recuperó el décimo y se lo entregó a su propietario en la cafetería, argumentado que había sido un «error».